viernes, 19 de octubre de 2012

Palacio del Conde de Gondomar

Palacio del Conde de Gondomar, también conocido como Casa del Sol


            El palacio del Conde de Gondomar conocido también por el nombre de “Casa del Sol” por el sol que aparece encima del escudo en la portada, fue construido entre los años 1539 y 1540 según indica la fecha que se puede ver en la portada. Se construyó para el licenciado Don Sancho Díaz de Leguízamon, alcalde de la Corte y del consejo de S.M., y su esposa Doña Mencia de Esquivel. Fue arrendado durante dos años a la condesa de Monterrey, y en el año 1595 las religiosas Perales intentaron comprarlo sin conseguirlo. En 1599 el palacio pertenecía a los herederos de Don Hernando de Rivadeneira, los cuales lo vendieron a finales del siglo XVI a Don Diego Sarmiento de Acuña, conde de Gondomar, caballero de la Orden de Calatrava, y embajador de Felipe III en Inglaterra, un gran erudito y poseedor de una de las bibliotecas más importantes de su época.
Detalle del sol que da nombre al edificio

            Fue el Conde de Gondomar quien se encargó en el año 1612 de reformar y de concluir las obras del palacio, dichas obras corrieron a cargo de los maestros Marcos Escudero y Jerónimo Ruiz, bajo la supervisión de Francisco de Praves, a la vez que se concluían las obras del templo adyacente de San Benito el Viejo, cuyo patronato ostentaba la familia del Conde de Gondomar y que estaba ligado a la propiedad del palacio.
Planta del palacio

            El conde instaló en el palacio su rica e importante biblioteca, siendo una de las mayores del reino, sus estanterías repletas de libros hasta el techo ocupaban las paredes de cuatro grandes salas del palacio. Los libros fueron vendidos por los descendientes del Conde de Gondomar a Carlos IV en el año 1806, y actualmente se conservan en su mayoría en la Biblioteca Nacional de España, adscritos al Museo Nacional del Colegio de San Gregorio.
Detalle de la portada

            En la actualidad lo único que se mantiene del palacio es su fachada, ya que su interior está muy modificado y han desaparecido sus elementos principales. La fachada está íntegramente construida en piedra de sillería. El edificio tiene dos pisos y presenta una gran cantidad de ventanas y balcones protegidos con buenas rejas, está flanqueado por dos torreones realizados de ladrillo enfoscado, los cuales hacen resaltar la piedra de la fachada y a la vez dan el carácter palacial al edificio. El elemento más relevante es su portada, su composición es piramidal y está formada por un arco de medio punto flanqueado por dos pares de columnas corintias con entablamentos clásicos, ornamentados en un estilo plateresco con grutescos, decoración que también se encuentra en el zaguán y en algunas dependencias interiores. La portada se completa con un balcón encima de ella, y está coronada por una peineta añadida hacia el año 1600 con el escudo del Conde de Gondomar y un sol en lo alto que da nombre al edificio.

            En el año 1912 tanto el palacio como la iglesia de San Benito el Viejo fueron comprados por las Madres Oblatas, las cuales permanecieron en dichos edificios hasta el año 1980, en el que fueron comprados por los Padres Mercedarios Descalzos, pasando en 1999 a ser propiedad del Estado. En el año 2012 el conjunto se ha convertido en el Museo de Reproducciones Artísticas, sede perteneciente al Museo Nacional de Escultura del Colegio de San Gregorio.




Fachada del palacio